En nuestro país, ecuador, el invierno suele ser muy distinto dependiendo de la zona donde vivamos. Esta categoría se concentra en el invierno de la costa. Donde la humedad, el calor y los insectos lo caracterizan.
El aumento de la sudoración tiene su impacto en la piel ya que estos factores climáticos estimulan las glándulas sebáceas, empeorando el acné, los cuadros de eccemas y la seborrea en el cuero cabelludo de las personas con piel grasa. En cambio, estas condiciones fortalecen y favorecen la hidratación de la piel seca, pero el sudor incrementa la irritación y los picores, sobre todo, en las pieles sensibles.
Otras afecciones que se agudizan durante el invierno son hongos, rosácea, dermatitis seborréica, etc. Entre las recomendaciones más importantes para esta época se encuentran: Una apropiada y más frecuente higiene de la piel (si hay piel sensible debe ser con jabones neutros que no alteren el PH de la piel). Evitar usar prendas de ropa apretadas o medias por mucho tiempo, usar protección solar, evitar andar descalzo y tener a la mano repelente de insectos.