Durante el embarazo tu cuerpo experimentará algunos cambios a nivel inmunológico, endócrino, vascular y metabólico. La piel es particularmente susceptible a estas alteraciones.
La variación en los niveles hormonales es la causante de una amplia gama de cambios que van desde las estrías y el acné, hasta el oscurecimiento de la piel o manchas. Generalmente estos cambios desaparecen naturalmente después del embarazo, pero es importante hacer nuestra parte por cuidarnos para que no dejen huellas permanentes en nuestra piel.
Como precauciones o cuidados considera los siguientes: no te expongas al sol y si lo haces utiliza siempre el protector solar, descansa lo suficiente (duerme 8 a 10 horas diarias, toma mucha agua para prevenir las estrías, hidrata tu piel con crema todos los días, evita el café o alcohol y las frituras.