Las venas varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Las venas afectadas con mayor frecuencia son las de las piernas. Esto se debe a que las venas de las piernas transportan la sangre al corazón contra la gravedad y es la distancia más larga en el cuerpo. La sangre puede regresar a la parte inferior de la vena en lugar de ir al corazón. Con el tiempo, más sangre se acumula en la vena y genera presión, que debilita las paredes de la vena, haciendo que la vena aumente de tamaño.
Las arañas vasculares, o arañitas, son dilataciones de los capilares de la piel, más pequeñas que las venas varicosas. Suelen ser rojas. Se parecen a las ramas de un árbol o a las telarañas. Las arañas vasculares se suelen ver bajo la piel, pero no hacen que ésta sobresalga como las venas varicosas, y se pueden encontrar en las piernas o en el rostro.
Es importante utilizar cremas que tengan una combinación de principios activos naturales que hidraten y nutran la piel y los tejidos subyacentes, reduciendo la inflamación y estimulando la circulación sanguínea, disminuyendo de esta manera las venas varicosas.
Según estudios, existe un componente hereditario muy evidente, así como también existen factores de riesgo para su desarrollo, como el embarazo, las alteraciones hormonales, o profesiones que conllevan el estar mucho rato de pie.